La implantación de nuevas tecnologías en nuestra almazara permite una mejor selección del producto, combinada con un avanzado sistema de trazabilidad que controla informáticamente la localización de cada partida de aceitunas, desde que nuestros socios agricultores las traen en sus remolques hasta el lote de envasado del aceite final.

Al llegar las aceitunas, separadas las de suelo y las de vuelo, pasan a las líneas de limpieza, clasificadas por calidad y variedad, para su posterior separación en tolvas de almacenamiento.

Primero son llevadas a los molinos, cuando la aceituna ya está molturada se homogeniza la masa resultante y pasa al decante o centrifugación horizontal, donde se separan los dos productos que salen: el aceite por un lado y el alperujo por otro, de aquí pasan a bodega y después se envasan. La molturación siempre se realiza en el mismo día de la recogida, durante las primeras 12 horas para evitar así la fermentación de la aceituna.

Durante todo el proceso se controlan las características ambientales con un riguroso plan de higiene que garantiza la calidad final del aceite.

El Aceite de Oliva Virgen Extra, obtenido directamente mediante procedimientos mecánicos de las aceitunas traídas por nuestros agricultores, es considerado oro líquido y esencial en nuestra dieta mediterránea.